Aunque no lo parezca Andorra tiene un sinfín de sitios escondidos y menos conocidos. En su mayoría, envueltos de naturaleza, desprenden una esencia especial.
Hoy os queremos hablar de tres, que a nosotros más nos sorprenden.
Rec del Solá
Situado en Andorra la Vella, es un camino de piedra de 3 km. de fácil acceso, en coche o a pie. Durante todo el camino podrás admirar las vistas panorámicas sobre las poblaciones de Andorra la Vella y Escaldes. Disfrutarás de una caminata agradable en la ladera del Pic de Carroi. Es ideal para ir en verano, primavera u otoño y en cada estación observar los diferentes contrastes y colores del paisaje. ¡No te olvides de la cámara!
Jardines de Juberri
La mano de la naturaleza y del hombre se fusiona para crear este bello y singular parque. Gracias una iniciativa privada que decidió acondicionar la zona y aportar un toque original con esculturas de animales fantásticos. Mientras vas paseando puedes tropezarte con una jirafa, caballos, un gorila, un unicornio… entre otros. Todos creados por el escultor Josep Calvente. Además, podréis contemplar a ojo de águila todo el valle de Sant Julià. Sin lugar a duda, un lugar mágico donde perderse una tarde. Os recomendamos llegar en coche o en bici, para los amantes de este deporte.
El camino de “les Pardines”
Este itinerario une el lago de Engolasters con el de Els Cortals de Encamp. Es una bonita excursión que se puede empezar des de cualquiera de estos 2 tramos. En él encontrarás un pequeño jardín botánico donde se identifican algunas especies autóctonas del país, pasarás por 2 puentes y un túnel, y te encontrarás con una pequeña cascada. A la vez, que puedes admirar las vistas al valle y divisar algunos de los picos más altos del país. Para llegar es recomendable hacerlo en coche o intentar hacer la subida en bici, para los más atrevidos.
Como veis en el país de los pirineos, en cada una de tus visitas, siempre queda algo por descubrir y nunca te aburrirás.