El otro día, aprovechando un reencuentro con un amigo con el que no nos veíamos desde hace tiempo, decidimos darnos un gustazo en un sitio que teníamos muchas ganas de probar: Jou La Borda.
Escogimos Jou La Borda porque es mucho más que un restaurante; es un lugar con un encanto único. La borda, con su arquitectura rústica típica de Andorra y sus más de 150 años de historia, crea una atmósfera especial que se siente desde que entras. Además, su ubicación en Sispony, con terraza de vistas panorámicas al valle de Anyós, lo convierte en un sitio ideal para desconectar y disfrutar de una buena comida. Nos encanta también que tenga dos ambientes diferenciados: el restaurante en sí y el Jou Mezzanine, un espacio donde se puede alargar la sobremesa y disfrutar de una copa tranquilamente. Y, por supuesto, somos grandes fans de todo lo que cocina el chef Pol Cabanas, cuyo talento para combinar sabores y técnicas nos ha conquistado ya hace años.
Así que, como dos viejos amigos que no se ven desde hace tiempo, este reencuentro pedía una comida memorable, y Jou La Borda no nos decepcionó. Os contamos nuestra experiencia:
Aperitivo en la terraza
Cómo llegamos pronto y hacia sol nos instalamos en la terraza nada más llegar. Para ir picando y abrir boca pedimos unas croquetas de jamón (crujientes y cremosas, ¡deliciosas!) y las acompañamos con un vermut artesanal. La terraza tiene unas vistas que te quitan el aliento, y estar ahí disfrutando del aperitivo fue un lujo total.
La Borda: una construcción con historia y mucho encanto
Cuando llegó la hora de la comida, nos trasladamos al interior del restaurante. Se trata de una borda rústica original andorrana con más de 150 años de historia, algo que se percibe en cada rincón del restaurante. Este tipo de edificaciones tradicionales (las bordas), típicas del Principado y ahora transformadas muchas en restaurantes, eran antiguamente utilizadas como almacenes agrícolas, y hoy en día conservan ese aire rústico que tanto nos encanta. Al entrar, se siente una atmósfera cálida y acogedora, con techos de madera, paredes de piedra, y detalles que combinan lo antiguo con lo moderno. La iluminación suave y el mobiliario cuidadosamente elegido crean un ambiente relajado y elegante, ideal para disfrutar de una comida sin prisas, sintiendo que te transportas a otro tiempo, pero con todas las comodidades actuales.
El Festín: Entre Carta y Menú
A la hora de pedir, mi amigo, siempre fiel a sus gustos, decidió explorar la carta en lugar de optar por el menú del día, porque tenía antojo de un buen arroz. Empezó con un carpaccio de vaca curada con vinagreta de ajo escaldado, un plato delicado y lleno de sabor, donde la carne curada se deshacía al contacto con el paladar.
Como plato principal, se decantó por el arroz del Senyoret de Sispony, que resultó ser una obra maestra. El punto del arroz a la perfección, impregnado con un sofrito profundo que exaltaba los sabores del marisco, todo perfectamente desgranado y listo para disfrutar sin complicaciones.
Por mi parte, no podía dejar pasar la oportunidad de probar el nuevo menú de mediodía: un menú que cambia cada semana y que está disponible de lunes a viernes.
Así que comencé con unos cogollos a la brasa con vinagreta de ajos tiernos y pimientos, un plato que, a simple vista, puede parecer sencillo, pero cuyo sabor ahumado, combinado con la frescura de los ajos tiernos, te deja con ganas de más.
De plato principal pedí una corvina a la mantequilla ahumada y cocinada a la brasa, que se convirtió en mi favorito del día. La corvina estaba tan tierna que se deshacía con cada bocado, y el toque ahumado de la mantequilla realzaba su sabor natural.
Para el postre, mi amigo eligió el pastel de queso ligeramente ahumado, un final suave y cremoso con un toque inesperado que lo hacía único. Yo, en cambio, disfruté de un flan de huevos de gallina tranquila, cuya textura sedosa y sabor profundo lo convirtieron en el broche de oro de mi menú.
La Sobremesa en el Mezzanine
Después de la comida, no podíamos dejar pasar la oportunidad de alargar la sobremesa. Bajamos al Jou Mezzanine, un espacio perfecto para relajarse con un buen cóctel y seguir poniéndonos al día. Mi amigo pidió un Negroni clásico, mientras yo opté por un Espresso Martini que cerró la tarde con el toque perfecto de cafeína y licor.
¿Volveremos?
¡Por supuesto! La experiencia fue, sencillamente, excelente. El menú de mediodía, que cambia cada semana, es una excusa perfecta para regresar semana tras semana. Además, el servicio fue impecable, y el entorno tanto en la terraza como en el interior de la borda permiten disfrutar de una comida relajada, sin prisas, pero con sabores que quedarán grabados en la memoria.
Si tienes la oportunidad, te recomendamos que lo pruebes y disfrutes no solo de la comida, sino también de la atmósfera tranquila y de las vistas espectaculares
El menú de mediodía es una maravilla y a un precio súper razonable de 30€. Además, con ese ambiente tan agradable y las vistas, no se puede pedir más. Si estás buscando un sitio donde disfrutar de buena comida y una charla tranquila, Jou La Borda es una opción segura.
¿Nos vemos la próxima semana?
Horarios: De lunes a viernes, de 12:30 a 15:00.
Ubicación: Av. de Les Comes, 3, Sispony, Andorra.
Aparcamiento: Gratuito para clientes
Precio menú mediodía (lunes-viernes): 30€
Reservas: por email o teléfono